Recordando una etapa de nuestras vidas, cuando viviendo la infancia, entre picardías e inocencias, surgen sueños con imágenes diversas que en su final solo deja la sensación de un viaje fantástico en donde las explicaciones nunca llegan. El sueño paradójico se da en cualquier etapa de nuestras vidas, sin embargo, en la infancia, nuestra realidad aún se mantiene descontaminada de maldad, corrupción, vicios, etc., Las barcas de papel son el vehículo de esos sueños de Infancia que en su etapa final ya atracaron y estamos pronto a despertar, y al bajar a la realidad, intentamos buscar la interpretación de las pocas imágenes que al final se recuerdan. Las canicas son un símbolo de esa época inocente, la gaviota volando su libertad en busca de alimento, contrasta con la vulnerabilidad de una pequeña tortuga ansiosa de llegar al mar y sobrevivir. El viejo madero es nuestra herencia biológica a la que siempre nos acercamos buscando protección y una gota de agua atrapada en hilos por el hombre adulto, observa esperando ser liberada y continuar su tarea de dar vida a nuestro mundo.